Los blancos realizaron 20 remates y los azulgranas marcaron en sus dos únicos disparos entre los tres palos · Casillas no realizó ni una sola parada.
Lo sucedido la pasada temporada en el partido de ida de la Champions en el Bernabéu provocó que a Mourinho le llovieran muchas críticas por un planteamiento excesivamente conservador.
El portugués aprendió la lección y ayer logró que el Barça no se sintiera cómodo sobre el terreno de juego con una presión asfixiante y logrando que el balón prácticamente durante todo el encuentro estuviera en poder de los blancos. Sólo al final la salida de Xavi otorgó la posesión a los de Guardiola por un ajustadísimo 52% frente a un 48% de los locales.
El mejor reflejo de la superioridad del Real Madrid fueron sus 20 remates, nueve de ellos a puerta, por cuatro del Barça, que marcó en sus dos únicos disparos entre los tres palos. De hecho, Casillas no realizó ni una sola parada, por siete de Víctor Valdés.
La pizarra de Mourinho dio sus frutos dejando en la afición un gran sabor de boca. Las diferencias con el Barça parecen haberse reducido y las sensaciones son positivas para ir al Camp Nou en busca del primer título de la temporada.
Fuente: Marca
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